z6) 41º capítulo

Me encontré en el cajón un papel de cuadros, arrugado, lo cogí. Lo abrí. 
Ponía:
Sé que no soy tu tipo, que nunca llegaré a tu altura, que no me quieres ni me querrás nunca. Sé que nunca te voy a gustar pero tu a mi si. Lo siento, adiós.


Me quedé un poco contrariada y me imaginé que era el del otro dia por la tarde, que me habló en persona. Rompí el papel y lo tiré a la papelera de la clase. 


Noelia: Pobrecito. ¿No te da pena?
Myriam: Un poco, pero, ¿que quieres que haga? Yo no lo quiero, a mi no me gusta ni quiero nada con él. Es mejor no hacerle ilusiones.
Noelia: ¿Te gustaria que te hiciesen esto?
Myriam: Yo directamente no hubiera escrito cositas en una mesa de la sala de examenes, ni hubiera dejado notitas. Todo cara a cara.
Noelia: Sisi, ahora dices esto pero bueno, da igual, dejemos esto ya, que viene la profe.


En la hora del patio estuvimos sentadas en un banco visualizando a todos los niños que jugaban a básquet. Yo me fijé en uno pero vamos, no podía ser verdad, me estaba fijando en un musulmán. De acuerdo, tampoco es para tanto pero nunca antes me habia pasado. Siempre me habia atraido el típico blanco, pelo castaño, alto, musculoso...pero todo esto ahora cambiaba.
Musulmán, bastante alto, nada de músculo (bueno, un poco), pelo rizado, ojos marrones, pelo casi negro, etc. 


Les conté que me habia fijado en Ahmed (es así como se llama el musulmán de primero) y me pareció que se lo había tomado peor que yo.


Raquel: ¿Te has fumado algo? ¿Estás loca? No sé como te puede gustar eso.
Myriam: A ver, no he fumado nada ni estoy loca. Simplemente he dicho que me atrae, es muy mono!
Noelia: Mono...un poco. Pero de guapo no tiene nada.
Raquel: Eso eso, un feto.
Myriam: Eh tranquilas, que él no os ha hecho nada. Es bonito, es mono, es especial. Ya está, no hace falta decir nada más, me gusta y punto. Y parar de insultarle de una p*** vez.


Nos quedamos calladas y finalmente nos pusimos a reir, no me gustó que hicieran eso pero daba igual, eso no iba a impedir que me dejara de atraer. Decidí hablar con él, puede que su interior me sorprendiera más que su físico. Que para mi era perfecto...


Gracias por leer el blog, un beso enorme!