24º capítulo

Día 7 (3ª parte)

21:00h
Todos llegamos al bungalow, cansados de tanta playa y diversión. Él y yo nos volvimos a mirar y sonreímos.
-Felicidades parejita!-dijo Berto-no me imaginaba que acabaríais así, bueno, más bien dicho no sabia ni que os gustabais.
-Ya, pero el amor llega solo-dijo Jorge.
Que bonito es, ¿a que si?. Es un encanto, espectacular y como he dicho muchas veces es mi dios y mi ser.
-Me alegro mucho por vosotros-dijo Marta, pero con una voz que se notaba que deseaba todo lo contrario.
Nosotros les dimos las gracias, Silvio, Noelia y Raquel también nos dieron la enhorabuena. Como ya era tarde y teníamos que cenar nos fuimos todos a poner el pijama. En la habitación ellas dos me dijeron:
-Myriam, si quieres te dejamos la habitación libre para que estés con Jorge-dijo Raquel.
-Lo veo complicado ya que Jorge duerme con Marta y me parece que Marta no se va a cambiar de habitación y menos para estar con vosotras-contesté yo.
-Lo sé, lo sé. Bueno de momentos nos quedamos así y ya está.
Nos vestimos, nos preparamos y nos fuimos a hacer la cena. Arroz y tortilla (algo fácil para no currárselo mucho). De mientras todos hacían la cena Jorge y yo decidimos ir al jardín, a hablar sobre todo lo nuestro.
-¿Qué quieres decirme Jorge?-le pregunté yo.
-Nada preocupante, tranquila-sonrió-simplemente quiero decirte que estoy encantado de intentarlo contigo porque creo que va a funcionar, te cojo cariño y creo que el amor llegará.
Sus palabras me llenaban el alma y me le daban vida a la misma vez, era P E R F E C T O.
-Yo quiero que esto funcione porque lo que siento por ti no lo he sentido por nadie más-dije yo.
Nos dimos de la mano y abrazados fuimos a dar una vuelta por la piscina del bungalow, estaba desierto, todo el mundo estaba en su casa y en ese jardín solo existía el amor entre él (mi dios, mi ser) y yo.
Cuando acabamos de cenar volvimos a los recuerdos de esas noches. Jorge y yo nos fuimos a preparar un vaso de leche.
-Me encantan estos momentos-dije yo.
-Claro! Me parecen encantadores, nuestro querido vaso de leche-dijo él, nos reímos muchísimo.
Cada vez que estaba con él me surgía la risa tonta con la que quedas como una idiota pero se nota que hay amor, las palabras quedan cortadas y no paras de pensar que no quieres que se acabe nunca ese momento. Por último él me preguntó si quería que durmiésemos juntos, yo le dije que si claro. Pero también le dije que Marta no se iría de la habitación. Él me dijo que le dejara a él encargarse de eso porque saldría ganando.
Sus palabras me asombraban, cada vez estaba más convencida de que mi elección estaba siendo buena, en ese momento me di cuenta de que por lo menos, por mi parte…él y yo estábamos a cien metros sobre el cielo.

*Que bonito es el amor!
*Espero que os haya gustado este capítulo, vuelvo a decir que hay un nuevo apartado FRASES DE LA VIDA, ahí pondré cada dia 2 o 3 frases para reflexionar y valorar las cosas.

*Un beso y gracias!